Los analistas de marketing y de optimización de motores de búsqueda (SEO) suelen ser cuestionados por sus jefes y clientes sobre el progreso de sus campañas de SEO. La mayoría de los empresarios no entienden cómo funciona el SEO y, francamente tampoco les importa mucho.
Sin embargo como todos, sólo quieren ver resultados. A menos que esté arraigada en una industria o mercado, es difícil de comprender la eficacia de ciertas estrategias y cuándo se pueden esperar de manera realista los resultados.
Como profesional en SEO es muy común escuchar consultas de este tipo:
«Ahora que invertimos en SEO, deberíamos estar en la primera página, ¿verdad?»
o:
«Si yo te pago horas extras, podrías trabajar el SEO de mi página durante el fin de semana para que podamos clasificar el lunes?»
Entonces, ¿cómo le explicas a tu cliente cómo funciona el SEO y cuándo esperar resultados? En Agencia365 utilizamos a la medicación como una analogía y hasta ahora estamos teniendo muy buenos resultados.
SEO = Antibióticos
SEO es una táctica a largo plazo que requiere una base sólida y consistencia en el tiempo. Cuando vos te enfermás o tenés una infección, los antibióticos no van a proporcionar un alivio inmediato. Al comenzar a tomar los antibióticos, puede parecer como si no pasa nada, pero hay que creer en lo que sugiere el médico y tomar los medicamentos según las indicaciones.
El médico puede pedirte que vuelvas en una semana más o menos para ver si algo cambió (esto sería la revisión de informes de posicionamiento). Es común que a veces no pase nada y tengan que cambiarte la medicación. Los médicos y expertos de SEO no tienen respuestas exactas y deben probar distintas estrategias para ver qué funciona y hacer ajustes cuando sea necesario.
La parte frustrante es cuando el médico (o un experto SEO) descubre que el medicamento no se toma como lo recetaron. La inconsistencia echa todo a perder y hace que sea difícil determinar si la prescripción (o estrategia) era realmente funcional.
La consistencia es muy importante para el éxito de tu campaña de SEO. No es algo se «apaga y se prende».
También hay que señalar que no se puede simplemente prescribir más antibióticos (o gastar más dinero) para acelerar las cosas. El SEO simplemente no funciona de esa manera.
Imaginá tomar tres veces los antibióticos que el médico te prescribe. Te vas a enfermar mucho más!
SEM = Analgésicos
El Search Engine Marketing (SEM), o la publicidad en buscadores, pueden satisfacer la demanda de gratificación instantánea.
Digamos que vos estás en la guardia por una infección de oído. El dolor es insoportable y hay que aliviarlo.
El médico probablemente te recete algún tipo de medicamento para el dolor . Vas a recibir un alivio temporal, sin embargo, vas a estar recurriendo a esos medicamentos cada vez que comience a doler de nuevo.
Imagínese la publicidad pagada como aquellos medicamentos que proporcionan un alivio instantáneo cuando las estas tomando, pero cuando te detenés, estás de vuelta en el punto de partida y a veces con más dolor. Vos podés conseguir que tu teléfono no pare de sonar cuando estás pagando activamente por publicidad, pero tan pronto como dejes de pagar, el teléfono dejará de sonar.
¿Qué receta hará el doctor?
Un buen médico entiende que tenés necesidades inmediatas y también se preocupa por tu salud a largo plazo. Seguramente te recetará los medicamentos para el dolor para un alivio inmediato y te pondrá en un régimen de antibióticos para tratar la raíz del problema. Vos vas a notar que el dolor por le que fuiste se agotará mucho antes que termines de tomar los antibióticos.
El siguiente gráfico muestra cómo sus medicamentos para el dolor (SEM) pueden ser descartados cuando los antibióticos (SEO) comienzan a surtir efecto.
SEM vs SEO
Usando esta analogía, o una similar, te va a ayudar a demostrarle a tu cliente del tiempo y esfuerzo que se necesita para ejecutar una exitosa campaña de SEO y ayudarte a evitar ser inundado con preguntas cada pocos días.
Si querés saber más sobre SEO y SEM estamos muy contentos de que un analista de Agencia365 te contacte aquí.
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